212016Sep

«Hay que abrir el corazón y dar una pelea contra el odio»

En la mañana, Pastor Alape se presentó nervioso ante los medios, manifestando que no estaba acostumbrado a la experiencia de enfrentarse a las cámaras.

Contó que los insurgentes han tenido preocupación por la historia de incumplimientos del Estado. Pero están convencidos que entre todos los colombianos van a lograr que tanto el gobierno como las FARC van a cumplir. “En este proceso hay que abrir el corazón y dar una fuerte pelea contra el odio”. Concluyó que le corresponde a la ciudadanía apropiarse de los acuerdos.

En relación con el papel de las mujeres en las filas de las FARC, expresó que las mismas siempre han tenido presencia. Cuando le preguntan por qué no hay mujeres en el secretariado dijo que han ganado mayor protagonismo, pero que son realistas y sinceros, y prefieren ser claros y no mostrar algo que no son.

En horas de la tarde, intervinieron Isabela Sanroque, Sandra Ramírez y Olga Marín para responder preguntas a la prensa en asuntos relacionados con el debate de género en la Conferencia y en los acuerdos en general.

Manifestaron que estar en las FARC es la posibilidad para muchas mujeres de lograr igualdad en su condición de mujeres, insistiendo en que la participación de las mujeres en la organización insurgente ha ido creciendo en términos de cantidad y formas de participación.

Las guerrilleras esperan en esta nueva etapa poder seguir reivindicando su condición de luchadoras políticas y en ese sentido no consideran volver al hogar para ocupar un lugar pasivo, sino seguir desarrollando su militancia política en el nuevo movimiento político, logrando que, entre otras cosas, la actividad del hogar no corresponda exclusivamente a la mujer sino a la sociedad, que sea una actividad de carácter colectivo.

De otro lado, esperan “tener la posibilidad de nuevos espacios en los que puedan expresar sus visiones para desmitificar muchas visiones que se han propagado de las FARC”, y explicar, por ejemplo, la política de la organización guerrillera en torno al aborto. La insurgente Olga Marín, enfatizó que los embarazos no son permitidos dentro de las FARC, pues las dinámicas de la confrontación armada no lo permiten y por esta razón la planificación es obligatoria en sus filas. No obstante, ante la eventualidad de un embarazo, las mujeres pueden decidir si el niño nace entregándolo a otra familia o si ejercen su derecho a decidir sobre su cuerpo y abortar.